''Para contarte, canto
quiero que sepas cuánto
me haces bien,
me haces bien,
me haces bien...
Una nueva versión, más dulce, quizá; mejor.
...te quiero de mil modos,
te quiero sobretodo,
me haces bien,
me haces bien,
me haces bien...
te quiero sobretodo,
me haces bien,
me haces bien,
me haces bien...
Delataba de a ratos sus ojos negros por abajo de la boina, que parecían debatirlo a él mismo, a su propia música.
...basta ver el reflejo de tus ojos
en los míos
cómo se lleva el frío
para entender...
en los míos
cómo se lleva el frío
para entender...
Y mientras escuchaba casi sin oír su canción, jugué un rato a pensar que eras vos que estabas ahí en frente mío, cantándome con otra voz. Abriéndome los ojos, hacíendome ver que sí, que vas a volver.
...que el corazón no miente,
que afortunadamente
me haces bien,
me haces bien,
me haces bien.''
que afortunadamente
me haces bien,
me haces bien,
me haces bien.''
'Gracias', dice. Y aún sin saberlo me regala un sol, me arranca una sonrisa, me deja embobada mirándolo bajarse; con su luz y su aire guitarrista. 'Y sigue, como siempre, como todo en la ciudad'
2 comentarios:
la simpleza de una canción en el momento justo es una magia irremplazable.
como los tréboles de cuatro hojas que te dicen: 'tu corazón va a sanar'
como que me describieses.
cuántas veces me he quedado colgada viendo a un flaco con una guitarra, así de simple, y cuánto me cuesta después volver a la realidad.
hermoso texto.
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